¿Te Sientes Culpable por Perseguir tus Propios Sueños?

¿Alguna vez te has preguntado si está bien perseguir tus sueños? Si eres hijo de migrantes, lo más probable es que no seas ajeno a este sentimiento. Creciste escuchando historias de las luchas de tus padres, tal vez una madre soltera o ambos padres sacrificando su bienestar para poder tener la oportunidad de una vida mejor. Estas historias son imposibles de olvidar; A veces, se utilizan para guiarte en una dirección que sirve a la familia en lugar de a ti mismo.

Este dilema es algo que escucho a menudo en las sesiones de terapia: 

  • ¿Por qué me siento culpable por perseguir mis propios sueños?

  • ¿Se irá algún día esta culpa?

  • ¿Está bien que yo tenga mis propios sueños?

Estas son GRANDES preguntas, y no estás SOLO en hacerlas.

Sacrificio Familiar

Nuestros padres y familias a menudo provienen de generaciones en las que no se les dieron muchas opciones sobre sus caminos en la vida. Se les dijo qué hacer, quién ser y cuándo serlo, a menudo bajo el peso de presiones sociales y/o religiosas o incluso de una migración forzada/traumática. Dejar atrás todo lo conocido por la posibilidad de un futuro más seguro y estable no fue una decisión fácil, pero era necesaria. A menudo hacían estos sacrificios, con la esperanza de que tuvieras la libertad y las oportunidades que ellos nunca tuvieron: la oportunidad de perseguir el "sueño americano".

También es importante entender que muchos padres ven a sus hijos como extensiones de sus propias vidas. Los sueños, miedos, esperanzas y expectativas de los padres a menudo se proyectan en nosotros. Como hijos de inmigrantes, podemos sentir esta responsabilidad profundamente, llevándola como una insignia de honor. Sin otro modelo a seguir, muchos de nosotros operamos desde un lugar de lealtad a la familia, sacrificando nuestras aspiraciones porque sentimos que se lo debemos a nuestros padres.

Esta dinámica se capta de manera conmovedora en una conversación entre Miguel y Lucía en la película Nuestra Boda Familiar:

Carlos Mencía (Miguel): No es así como lo sueñe.

América Rivera (Lucía): Sí, bueno, ya no es tu sueño, papá, es el mío.

Aquí está la cosa: sacrificar tus sueños no necesariamente paga sus sacrificios. De hecho, puede crear un ciclo de abnegación que se transmite a la siguiente generación. Entonces, ¿qué puedes hacer?

Patrones Familiares

Hay esperanza, pero requiere un cambio, no solo en el comportamiento, sino también en la forma en que pensamos sobre el deber familiar, nuestro valor individual y los patrones que nos han enseñado y que hemos adoptado.

  1. El primer paso es tomar conciencia de estos patrones. ¿Estás tomando decisiones por miedo, culpa u obligación? ¿O son realmente los tuyos? Una vez que pueda ver la diferencia, puedes comenzar a elegir de manera diferente.

  2. Es esencial tener conversaciones honestas con nuestros padres (por muy difícil que pueda ser). Expresa tu agradecimiento por sus sacrificios y habla de tus sueños. Si bien estas conversaciones pueden ser incómodas (porque no las tenemos a menudo), pueden ser transformadoras para construir un entendimiento mutuo. Muchas películas muestran cómo PUEDE suceder la conversación (por ejemplo, Nuestra boda familiar, Encanto, En las alturas, El padre de la novia, Las mujeres reales tienen curvas).

  3. Establezcan límites que les permitan perseguir sus sueños mientras apoyan a su familia de la manera que se sienta bien para ti. Los límites no se tratan de aislar a las personas; Se trata de abogar por tus necesidades y priorizar tu propio bienestar.

  4. Comprende que la culpa es típica, pero no tiene por qué controlar tus decisiones. Date permiso para soñar y perseguir lo que te hace sentir realizado. Puedes llevar el legado de los sacrificios de tu familia y crear tu propio camino.

Por ejemplo, en la película In the Heights, Kevin Rosario, interpretado por Jimmy Smits, le dice a su hija, Nina: "Wow, esto es todo, mija. Este es el momento en el que lo haces mejor que yo. No por un título universitario, es porque ves un futuro que yo no puedo". Esto captura maravillosamente el momento en que un padre reconoce el camino individual de su hijo, incluso si es diferente de lo que ellos imaginaron.

Siguiendo Adelante

Sentirte culpable por tus sueños no significa que tengas que renunciar a ellos. Perseguir tus sueños puede ser una forma de honrar los sacrificios que hizo tu familia al aprovechar al máximo las oportunidades que trabajaron tan duro para brindarte. El cambio no es fácil, pero con conciencia, comunicación y autocompasión, es posible romper el ciclo de culpa y forjar una vida que sea verdadera para ti.

Mereces soñar.

Mereces vivir una vida que se sienta tuya.

Los sacrificios de tus padres estaban destinados a abrir puertas, no a cerrarlas.

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